1 de febrero de 2008



Ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
-ni unas manos celestes-
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,
desesperadamente.
(«Vuelo sin orillas»)

El Gran Oliverio Girondo

10 comentarios:

Carz dijo...

No había manos celestes.
Pero sí unos celestes ojos.
Quedaba vida, pero sin destino
-aunque aún, en el sueño,
quedaba algún resquicio-.

Ya no deseaba la muerte
-incluso la temía-
porque, de suceder ahora,
vos no podrías cerrarle los ojos
y dejarle un beso.


Mis besos, que desconocen las orillas.

Las del Muelle dijo...

Buen poema, neta inspiración.
Tus besos nunca desconocen orillas, zonas geográficas ni continentes...
Ya se sabe.

El vecino del 4º dijo...

...la nada arropa los besos imposibles, la nada acuna las nanas del infinito... la nada va y viene entre tanta gente y nadie se percata de ello...

gracias por escribir sobre la nada...

tu vecino del 4º

Princesa dijo...

Es como nuestras vidas, a pesar de todo siempre seguimos...
Ese tango que me mata, y mas en esta versión que me da escalofrios de lo linda que es.
Menos mal que volviste...nadie sabia que postear por aqui :)

Gabriela dijo...

algo asi como: Desesperado en la nada

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

ah, Girondo, qué vacío nos hace sentir!!!

el llamado perdido dijo...

Eso me recuerda que los animales, cuando se abandonan, vagan durante días hasta olvidar que son animales, y palidecen por la certeza de que los hogares son efímeros y las sensaciones placenteras son cíclicas.

Ya se sabe, volar desesperadamene.

Usagi dijo...

Señora Uma por fin la encuentro de casualidad le habia perdido el rastro... me alegra saber que esta por aca...

Besotes se la extrañaba!

Mía dijo...

Uma te repito un placer volver a verte en mi blog, pensé que te habías olvidado de esta Mía!
Este poema me hizo acordar a uno de Ruben Dario:

Dicho el arbol
porque es apenas sensitivo
y más la piedra dura
porque esa ya no siente
pues no hay más dolor
del que está vivo
ni mayor pesadumbre
que la vida consciente.

Un beso

WinterScribe dijo...

pero seguía volando,
desesperadamente.

muy profundo, buen`isimo esta` el poema