Busco una enfermedad que no me acabe
sino el dolor constante de la vida:
algo para fingir que estoy dormida
detrás de este temblor de escarcha grave.
Busco un agua cósmica que lave
la lágrima terrible que me oxida;
busco el morir distinto, y voy herida
por la pena vulgar que nadie sabe.
Y así me marcho, sonriendo a todos,
luminosa de gracia y desventura,
con el secreto horror hasta los codos;
callándome en el verso y en la prosa,
para que escriban en mi tierra dura:
esta mujer ha muerto de dichosa.
-Carilda Oliver Labra
5 comentarios:
busco tus versos para acariciar el alma..
hermoso poema..
saludos fraternos
un abrazo con cariño
más que acariciar es apreciar, despues de todo viendo se llega al alma. jeje cada uno su apreciación pero eso es lo lindo.
me encanto, creo q solo asi se puede despedir.
besos
Qué triste! Me ha llenado de sentimientos...pero no me gustan las despedidas. Prefiero esfumarme sin decir adiós...
Maravillosa fotografía.... más hermosas letras.
un saludo!
Un poema extraño. Muy intenso. Abrazos.
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